1
No dije nada y se hizo un silencio abismal en la biblioteca.
2
Aceptaba que había mantenido un silencio abismal con ella, tenía razón.
3
Luego, todos los presentes han quedado sumidos en un silencio abismal.
4
Ni tu abuela ni yo tenemos respuesta, estamos perdidas en este silencio abismal.
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A continuación, un silencio abismal se apoderó de los pasillos abandonados.
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En el silencio abismal que me rodeaba, oí los chillidos de un grifo.
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El resto de la cena transcurrió en un silencio abismal.
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La tabla dejó de responder y un silencio abismal se apoderó de la habitación.
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Los instantes densos parecían prolongarse en un silencio abismal.
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De todos modos quedábamos en un silencio abismal, aunque más no fuera por un temeroso respeto.
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Fue un silencio abismal, incluso parecía que se había apagado el rumor de fondo de la comisaría.
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Me respondió un silencio abismal y helado.
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Mientras tanto un silencio abismal, profundo, pareció caer sobre aquellas salas enormes donde se había petrificado el tiempo.
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Lo primero fue el silencio abismal de la intelectualidad kirchnerista, siempre dispuesta a justificar hasta las equivocaciones del Gobierno.
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Quería gritar pero la presión que sentía en los ojos y el silencio abismal en su cabeza eran sobrecogedores.
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En su silencio abismal
