Todo sin un duro, por supuesto, pero ello no es un problema.

Habíamos conseguido éxito y disfrutado de él, pero seguíamos sin un duro.

Doña María era la derecha navarra y sin un duro del Régimen.

Le está registrando los bolsillos al país y dejándolo sin un duro.

Es mucho más fácil y agradable mantenerla sin un duro y vigilada.

Se lo ha encontrado tirado en la calle y sin un duro.

Había firmado una hipoteca por veinticinco años que le tenía sin un duro.

Iba a Madrid sin un duro, pero bastante seguro ya de mi oficio.

Hace trece años, sin un duro, desembarcó sobre el gran atrio de Montparnasse.

Dominguín, que había ganado fortunas, se fue sin un duro en los bolsillos.

Había aparecido después del almuerzo, sin un duro y simulando alborozo.

Jerónimo Oller se quedó con lo puesto, a dos velas, sin un duro.

Yo no puedo darme el gusto de comprar y vender sin un duro.

Uno se lo quedó todo, y los otros, sin un duro.

Todos estamos sin un duro, al fin y al cabo es fin de mes.

Y sin embargo, al final nos quedamos sin un duro al llegar la primavera.