Los enormes fragmentos de bronce brillaban sin vivacidad bajo un cielo plomizo.

Era entonces un hombrecillo sin vivacidad, con rasgos finos y enfermizos.

El animal era un castaño de aspecto tranquilo, sin vivacidad ni nervio en el paso.

Sorprendido por esta acogida, le interrogo, no sin vivacidad:

Pegaba desde el fondo de la cancha, tiros de elevación, pegados sin vivacidad y con mucho cuidado.

Ahora caminaba sin vivacidad, no como antes.

Oyó decir "¡firmes!" y ordenó "¡descanso!" y comenzó a hablar sin sonoridad, sin vivacidad, sin alaridos.

Al darse cuenta de que el joven arquitecto no era el mismo, que su mirada estaba sin vivacidad, exclamó:

Su forma se ajustaba perfectamente a la palma de mi mano y el oro relucía sin vivacidad bajo la luz del farol.

Un hijo de aquel hombre en su familia sería mucho peor que los dos niños sin vivacidad alguna de la pobre Cecily-

-Yoera la siguiente en mi lista -dijosin vivacidad-.

-Tupadre tiene razón -dijosin vivacidad-.

-Nocarecen -dijoPekua- de esa belleza innoble y sin afectación que puede subsistir sin vivacidad ni elevación, sin energía mental ni dignidad de virtud.