El ataque de Catti-brie no fue tan diestro, pero sí igualmente brutal.

Lung era ahora un volador tan diestro que competía con el viento.

Adrian era tan diestro con la madera que siempre estaba rechazando encargos.

Manfred había sido tan convincente con ella, tan diestro en su manipulación.

El hombre no era tan diestro en seguimiento como él había temido.

Nunca nadie ha sido tan diestro en el arte de caminar borracho.

Es tan diestro en construir un violín como hábil en redactar un escrito.

Era tan diestro con la palabra como con el uso de las manos.

Se decía que nadie era tan diestro con los juegos como los Itraiel.

Se volvía tan diestro como lo era el Ratonero en tierra.

A su manera, era tan diestro en la magia como Fistandantilus.

Alguien como tú, tan diestro con las manos, nos sería de mucha utilidad.

Él era tan diestro con las caricias como con los elogios.

Arapovian era tan diestro con la espada como con el arco.

Hablaba bien y escribía mejor, siendo tan diestro en amar como en aborrecer.

O eso, o era tan diestro en los negocios como en el ring.