Meanings of temeroso in espanyol

Naturalmente el tema del salario mínimo es un asunto de interés global.

Es una opinión que el más mínimo esfuerzo de observación contradeciría inmediatamente.

Además no se puede construir democracia sin un mínimo de cohesión social.

Existe en Guatemala un salario mínimo que causa desempleo y economía informal.

Sin embargo, tales carteles cubrirían un mínimo porcentaje de la producción mundial.

El dedo untado de humor se introdujo con facilidad en su culo.

Le hundió el dedo en el culo y siguió jodiéndola de pie.

Entre las nalgas de la rubia, el agujero del culo olía mucho.

Dino permaneció quieto, aguardando que el culo se dilatara por sí mismo.

Pero Dino le levantaba enseguida las faldas y le lamía el culo.

Las ideas, sugerencias y propuestas deben surgir del pensamiento de sombrero amarillo.

El mensaje fue escrito y firmado con tinta azul en papel amarillo.

Es el peligro amarillo del que les hablo, señores, el peligro amarillo.

Entre las sábanas un escrito en papel amarillo completamente abollado e ilegible.

Salud Guayaquil y otros varios cantones del país pasaron a semáforo amarillo.

No queremos crear demasiadas expectativas, pues económicamente sería falso decir que podemos.

Es falso que en tales países el terrorismo combata por la libertad.

Beremiz demuestra que un principio falso puede ser sugerido por ejemplos verdaderos.

Objetivo: Buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar soluciones equivocadas.

En consecuencia, debería ser absolutamente acertada; porque no existe un instinto falso.

Ya no estaba atado, pero lo cierto es que tampoco era necesario.

Aunque siempre todo queda atado a lo que decidan las empresas, resumen.

El animal se encontraba atado para evitar su impacto contra el agua.

Verá, ahora mismo tenemos a Goshen bien atado; no nos preocupa demasiado.

Naturalmente, yo no podía hablar; estaba atado al tronco del cedro, amordazado.

Pues a esta pregunta tampoco puedo dar respuesta, porque soy una cobarde.

Decimonónico como procedimiento, cobarde también, aunque sin duda es la mejor solución.

Tercero, Castro fue un cobarde porque no permitió ningún partido político independiente.

Decidí volver a dormirme; una solución cobarde, lo admito, pero tenía derecho.

Espero un urgente esclarecimiento de este ataque cobarde y que haya justicia.

Parece comprender la justicia del amargo castigo impuesto al maestre de campo.

Sin embargo, tampoco esos minutos de amargo y delicioso sufrimiento eran frecuentes.

Pese al empeño demostrado, Alemán sostiene que tuvieron un debut internacional amargo.

No podía desfallecer; era preciso apurar el amargo cáliz hasta el fin.

El lento remontar era amargo; en el mejor de los casos, difícil.

Eres tan gallina como los demás; no has dejado dudas al respecto.

Y es cierto que el mar le ponía la carne de gallina.

Solamente de pensar en ello se le pone la carne de gallina.

No se encontró, sin embargo, otra forma más adecuada para la gallina.

Y a pesar de ello se le pone la carne de gallina.

Sin embargo, el Ministerio de Salud Pública ha sido tímido en esto.

Sin embargo, este tímido relance varía mucho de una región para otra.

Pronunció aquellas palabras con mucha sencillez, en tono grave y casi tímido.

Un tímido estipendio fue suficiente pago por el esfuerzo de sus palabras.

Cuando se trata de hablar de mí mismo no soy precisamente tímido.

Y además dejaron un país encogido, pendiente solo de defender la religión.

Ahora ofrecía un aspecto lamentable, encogido bajo las recientes hojas de plátano.

Y allí aparece C., encogido; el quimono se le ha abierto adelante.

Y usted al oír su nombre ha encogido varios centímetros, diría yo.

Al fin me he encogido de hombros y he dicho yo también:

Tenía sobrado vigor, no cabe duda, y además corría como una liebre.

Janik se fijó en la constitución extremadamente delgada de la segunda liebre.

Gracias por su buena intención, como le decía la liebre al cazador.

Quizá necesitemos una orden, pero entonces levantaremos la liebre y podemos fastidiarla.

Los animales habían decidido en tu honor que otra liebre me acompañara.

Sin embargo, ahora comenzó a sentirse profundamente receloso de su propio éxito.

Agotado como estaba, Cale era demasiado receloso por naturaleza para responder rápidamente.

Me observa de un modo curioso, receloso quizá, y sin duda intrigado.

Le pregunté, receloso, cuál era el título en cuestión, y me contestó:

Como había previsto, se mostró receloso al principio, pero acabó por aceptar.

Se encuentran desasosegados en su presencia; les ha intimidado casi sin proponérselo.

En otra época se hubiese sentido intimidado, pero ahora sencillamente estaba enojado.

No obstante, no podía evitar sentirse intimidado cada vez que los visitaba.

Sin embargo, como en realidad no lo conocía, se encontraba comprensiblemente intimidado.

El detective guardó silencio, un poco intimidado por la bien fundada observación.

En estos momentos hay aquí un follón que no resulta demasiado atractivo.

Dice que he creado un follón político que tardará meses en arreglarse.

Los ingenieros y el material llegan hoy y estoy en pleno follón.

Había mucho follón allí y, de hecho, ha habido personas con problemas.

Menudo follón se armó y menudas discusiones hubo en los tribunales, oiga.

Yo, que era un pendejo hinchapelotas, curiosamente con ella no me metía.

Pecoso, un pendejo lleno de pecas, rubio, flaco y nervioso, al volante.

Sí, pendejo, estoy lista para hacer el peor negocio de mi vida.

Sí, cómo no, pendejo, ahorita voy corriendo a comprarme un traje sastre.

Conmigo te chingas, yo sí te pongo en tu madre, muchachito pendejo.

Queda hacer más con menos, ensayar nuevas vías para un presupuesto menguado.

Solo así podría rescatar su menguado liderazgo y ganar cierto apoyo social.

El menguado poder de los periódicos en Norteamérica depende de varias causas.

Todas las tiendas de consumo diario parecen haber menguado hasta lo mínimo.

EL FUTURO Canjes recientes han menguado el flujo de talento de impacto.

Sin duda, debemos tomar nuestro vuelo hacia adelante y no ser pusilánime.

En aquellos casos Fabián se volvía débil y pusilánime como una criatura.

Sois demasiado pusilánime y la cobardía encarece mis servicios, tenedlo en cuenta.

Mi no-recordar se ha interrumpido sin solución, por culpa del pusilánime Stirner.

El propio y pusilánime gobernador me dio pie con su inmediata pregunta:

Solo en otra ocasión había visto a Maurice acobardado de aquel modo.

Ello consolidaría un frente que más bien está acobardado en estos momentos.

Sin embargo, su cazadora jamás se había acobardado frente a un desafío.

De forma intuitiva, acobardado por la situación, se refugió detrás del ropero.

El sombrío aspecto de todo lo que nos rodeaba los había acobardado.

Ella opinaba que él temía el conflicto y que era demasiado apocado.

Por más que pronunciara las palabras en tono apocado, suponían un desafío.

Su rostro tenía líneas delicadas y sugería más bien un carácter apocado.

La gente quiso alentarlo con aplausos, pero él se mostró siempre apocado.

Sin embargo, no quería que le considerase un apocado y un fanfarrón.

La mañana de abril era clara sobre el pueblo laborioso y aprensivo.

No le saludó ni sonrió; tampoco frunció el ceño ni parecía aprensivo.

Se había sentido ansioso y aprensivo, decidido, pero al mismo tiempo temeroso.

Elmer se mostraba muy aprensivo ante el proyecto de dirigirse al Atlántico.

Debía de haberlo preguntado en tono aprensivo, pues la periodista la malinterpretó.

La realidad nos envía constantemente señales que el miedoso interpreta como amenazas.

Demasiado educado o demasiado miedoso como para decir algo, de todos modos.

Obedeció como un niño miedoso cuando el comisario se volvió hacia él.

Los chinos son un pueblo miedoso y por eso tienen muchas supersticiones.

El miedoso: Prefiere no votar por miedo al coco de su infancia.

Tras mirar hacia ambos lados como un potro asustadizo, corrió hacia él.

Los soldados se rieron de su asustadizo compañero, y siguieron la marcha.

Sus ojos excesivamente grandes para su rostro le conferían un aspecto asustadizo.

Quizás su carácter asustadizo se originó la noche en que lo acuchillaron.

Tendría que pensar que era como un animal asustadizo y tener paciencia.

Hay necesidad de que ambos generales firmen un manifiesto ambiguo y medroso.

Al lado derecho del camino, un pueblecillo de aborígenes se agazapó medroso.

Se mostraba incierto y medroso ante el momento decisivo que se acercaba.

No se ve a nadie y la calle presenta un aspecto medroso.

Sin embargo, viendo aproximarse a vuestra amada, tembláis como un jovencito medroso.

Se puede ser un gran escritor y un timorato en asuntos políticos.

Ambicioso y timorato, no he llegado lo bastante lejos en la locura.

Esta sequía de ofertas refleja el perenne carácter timorato del empresariado mexicano.

Pero al principio, Alvin se sintió algo timorato aun cerca de Mesura.

Todos queremos a un equipo protagonista, que no dude ni sea timorato.

Pudo entonces montar en su penco y siguió el camino en silencio.

Hizo al posadero las mismas preguntas que el caballero del penco galés.

El subalterno se anima y contesta piafando y babeando como un penco:

Mi condenado penco no puede ir al paso de tu demonio patilargo.

Y también me gustaría ver el penco que le va a vender.

Y más todavía: un chorreado, un medroso, un guaje y un cagón.

Un barra brava es un cagón, un tipo que trabaja de patota.

Si esa es la razón de que te colgaras, fuiste un cagón.

La puerta fue atrancada por sus compañeros tan pronto entró el cagón.

Y no era que el Pedro no se metiera de cagón, ¿eh?

Deben de pensar que estoy como una chota, pero me da igual.

Si alguna chota no llega a vomitar el asunto, ésos se largan.

Diantre, mano, yo no soy chota, pero yo empezaría a dar nombres.

Aquí nací y aquí me crie, con ron y leche de chota.

Con tanto chota suelto como hay, alguno lo berreará todo al Crespo.

En consecuencia, cada uno consideraba al otro irresoluto, aunque por razones opuestas.

No puede evitar ser irresoluto, vacilar a la hora de tomar decisiones.

El primero parecía irresoluto; el segundo no había recobrado aún su serenidad.

Rápido en la réplica, pero irresoluto a la hora de la decisión.

Del temperamento irresoluto e indeciso de Clemente VII ha habido comentarios abundantes.

Demasiado miedica para hacer él mismo lo que ordena a los demás.

Sobreviene la crisis y el miedica se convierte mágicamente en el paladín.

Siempre he sido un miedica en lo que se refiere al dolor.

Así que todo ha terminado, no más tiros ni preocupaciones, niña miedica.

Fingimos que el profesor miedica nos cae bien, le dejamos creerse popular.

En otras circunstancias se habría amilanado, pero entonces dio un paso adelante.

Era una enorme responsabilidad y se sintió un tanto amilanado ante ella.

Estaba hablando con Colé; aunque gesticulaba violentamente, Cole no parecía nada amilanado.

Derek aún no había admitido la derrota, pero incluso él estaba amilanado.

Le dirigí una mirada de desprecio que habría amilanado al propio Papa.

Podemos incriminar a Pascual Aguilera, no más por lebrón; ¿quién puede sacar la cara por él?

Ese hombre la resistió, el muy lebrón.

Una, según el rojizo pelaje, es hembra; también la otra... el tercero es un lebrón; ¡soberbia pieza!

Eso era dar coba, hacer caravanas; Atanasio, lángara lebrón, seguro era vocal del FUL, Frente Único de Lambiscones.

Lebrón cumplirá el próximo mes de enero, dos años en el exilio.

Detrás del cagueta llegaba con cierto apresuramiento monótono el tren de Pombo.

Pocas ganas de reparar nada le quedaron al cagueta después de aquello.

Los jefes tienen confianza conmigo que no soy un cagueta como tú.

Si alguno se raja y se hace el cagueta, ¿veis esta charrasca?

Así que cuando llegó la hora en punto de partida, el cagueta dijo:

La bestia reaccionó como si le hubieran disparado con un cañón maula.

Se cubrían la cabeza con trapos, llevaban cuchillos y antiguas pistolas maula.

Vamos, hazle andar, continuó Parteniños, y si se hace el maula, imítame.

Nuestra historia no precisa ni el recuerdo de ese maula alevoso.

Y como todos pueden observar, la pistola maula ya no está donde estaba.

El fóbico a Cristina resalta la corrupción y se aferra a Macri.

Es una manera particular de morir lo que conduce al comportamiento fóbico.

El ángel estatua le hablaba al oído y el ángel fóbico asentía.

El ángel fóbico, tan estático y rojo, parecía una escultura de bronce.

En este ámbito debemos concebir por lo tanto la función del elemento fóbico.

Yo ya andaba en negocios cuando vos os lo hacíais en el culero.

Por qué no lo arrastraste, a puro chingadazo hasta el más culero camina.

Quieres irte a tu casita en la playa antes de tiempo, ¿verdad, culero?

La verdad es que me encanta... ¡Pero qué reverendo culero soy!

Ni lo es para el culero ni lo es para nosotros.

Pequeñas gotas de agua flotan desde la garganta de la jaiba.

En platos fríos hay ensaladas con una variedad de jaiba, camarón y cazuelas.

Probé el caldo de jaiba y las tortillas fritas con manteca.

Estaba comiendo unas grasosas empanadas de jaiba de un vendedor ambulante.

También se realizó el tradicional concurso de pesca de la jaiba más grande.

Ella lo llamaba mandilón, aunque lo cierto es que parecía un saco.

Se secaba las manos en el mandilón a rayas verdes y negras.

El mandilón: Mejor no vota para que no se enoje su mujer.

A mí me ponía nervioso la holgura libre de su mandilón blanco.

Había manchas oscuras, pegajosas y sospechosas en el miserable mandilón del difunto.

Me marché endurecido y acoquinado de aquel soportal abierto sobre el mar.

Reinfeld miró acoquinado a los reverendos, que miraban fijamente a Carl Lee.

No estás hecho para esto..., no eres más que un chaval acoquinado.

Y encogía la ceja derecha, acoquinado, como le ocurría cada vez que mentía.

Un pueblo acoquinado, doliente de culpa, rogando una sonrisa a Dios.

Ese brujo tenía muy poca personalidad y resultó tan cobardón como todos.

Y, sin embargo, ¡vive Dios!, que tenemos a ese cobardón de Morris.

Alicantino, cobardón, gordo, inteligente, soltero y harto de todo menos de morapio.

Vaya susto me has dado, Jarvis... ¿No ves que soy ya, cobardón?

Quería yo hacerlo señor de Linnières, en lugar de ese cobardón.

Juan tenía mucho tiempo diciéndome joto o marica; ya no me aguanté.

Saqué dos billetes de un peso y se los di al joto.

Hey hey, ¿qué onda, pinche joto, quieres que te diga a huevo?

Ya no hay lugar para tanto joto, pero siguen llegando en racimos.

Por eso me dicen joto, marica y me roban mi torta.

O a lo mejor el capullo se pensó que me había achantado.

Ahora, Tujachevski está achantado, supuestamente consagrado a la ciencia militar, escribiendo trabajos militares.

Y en Córdoba estaba todo el mundo achantado por lo que ya sabemos.

Han estado detenidos en León donde parece que han achantado a los leoneses.

Con cuatro palabritas de miel, ya estaba él contento y achantado.

Transcurrido un momento de pávido silencio, respondió en el mismo idioma.

El anciano estaba pávido; Tamora lo zarandeó y le siseó algo al oído.

Leve, pávido, tembloroso, miraba y remiraba el billete sin poder creer lo que veía.

Porque era un hombre pávido y lleno de membranzas literarias.

La royina se llevó una mano al pávido semblante.

No tardé tanto en cavar la tumba del gurrumino como la de Padre.

No tenía media torta... Un gurrumino, muy ágil... Ha brincado como una pulga.

Pues qué, ¿ignora V. que D. Valentín es un gurrumino?

Me llevé al gurrumino muerto a playa Hueso, arrebujado en un saco de lana.

Si sigues así, vas a ser el marido más gurrumino de que hablen las historias.

El chicharrón de guabina es el plato estrella de El Caney de Enrique.

Le hizo señas a su compañero de que rasgara el tiple, y comenzaron a tararear una guabina.

El escurridizo hombre se mueve como una guabina para tratar de escapar al punto que termina sin camiseta.

Abundan las langostas, el centollo y el pulpo, así como los pescados, la guabina, la corvina y los pargos.

Aunque en el fondo eres guabina... -rezongabaLola cuando su amiga tenía un mal día, lo que cada vez era más frecuente.

No se le baja de, seamos displiscentes con el término, coyón renegrido.

Y como no eras coyón, no nos dejaste ni un centavo.

Yo le digo que no sea "coyón", que poco a poco ¿verdad?

Ese boxeador es un coyón renegrido significa, pues, no entrarle abiertamente a la pelea.

Para qué tener cara de coyón en el último rato que se está en esta vida.

Sus nalgas llenaban con gracia aquellas calcillas de colorido chillón y formas bombachas.

Cuando el matador llegó a cuatro pasos del calcillas empezó a disparar apuntando al vientre.

La hija del señor O'Doney vestía pantalón corto, jersey de cuello alto, calcillas y pequeñas botas con clavos.

Espléndida cazadora color de pergamino, pantalones bombachos, medias de lana, que el conductor llamó "calcillas" y botas claveteadas, parecidas a las de los voluntarios internacionales.

-No ,ustedno es milanés: los milaneses no son unos calcillas como usted.

Sin embargo, el torero era un jiñado: no se podía enfrentar a un toro.

Y decidme, ¿qué lleváis en esa espuerta, jiñado?

El Gafitas está jiñado, se burló.

La Melanie esta está jiñada pero intenta no mostrarlo.

Yo creo que en estos momentos están jiñados.

Esta semana encontró un niño sano, grande y correlón de 10 años.

Por correlón y por chiva te va a costar quinientos.

Melgar con poco, un Meza Cuadra torpe con la pelota y un Di Cosmo correlón, hizo lo necesario.

Rogole, además, que siguiera durmiendo, ya que sobraba tiempo, pues el caballo era correlón y no se dejaba enlazar pronto.

Un correlón salió de entre las altas hierbas y se precipitó hacia el río, con sus plumas de cola agitándose de manera ridícula.

Es el último gran momento del gran día, cuando todavía no empiezo a torturarme con las primeras dudas del galán sacatón.

Nos hubiera soltado todo, con tal de librarla, era coyón, sacatón, ni modo... una bronca menos...

- Ynimodo de dejarlo vivo con lo sacatón que era -elDiablo habla pensando-.

-Faltadonde los muertos... -agregasinquieto, Diablito, andas sacatón.

-Esepinche salvadoreño no es rifado, es sacatón, anda a las caiditas, cachando migajas, allá ustedes, es su pedo.

La sucesora de la madre del cuatezón Errol.

¡Somos libres, cuatezón, libres como el aire, la lluvia, el mar, los pájaros!

Después de esta explicación mantecadora los dos justicias se quedaron un poco alebronados y silentes.

Cuando reanudé mi trabajo en enero, estaba pálido y flojo de piernas.

Tienes razón porque todavía me siento flojo de piernas, como bebé recién destetado.

Soy flojo de piernas, pero tengo unos brazos muy largos y las manos, firmes.

Porque uno no puede estar en las filas del Partido si es muy " flojo de piernas"...