En un punto determinado, cerca de allí, se veía la tierra revuelta.

Incluso en la sombra profunda del cañón, se veía la tierra revuelta.

Al otro lado de la ventana, algo avanzaba entre la tierra revuelta.

El aire olía a tierra revuelta, a flores y a hojas muertas.

A la mañana siguiente vi la tierra revuelta y supuse... Ya sabe.

El monje era incapaz de distinguir nada más, aparte de la tierra revuelta.

Apisonaron bien y disimularon con ramas y arbustos la tierra revuelta.

Había aplastado muchos capullos y los pétalos salpicaban la tierra revuelta.

Las judías empezaban a brotar, el ricito ya asomaba por la tierra revuelta.

Estuvieron allí de pie, juntas un instante, contemplando la tierra revuelta.

El aire era húmedo y denso, cargado de tierra revuelta y lluvia latente-

Sacudió la cabeza y desvió la mirada mientras buscaba entre la tierra revuelta.

La garra derecha recogió en la tierra revuelta un hueso pequeño y blanco.

Están sucios, como si hubiese caminado sobre la tierra revuelta de un jardín.

El fuerte olor de la tierra revuelta pasó en oleadas espesas.

Las deyecciones aún estaban cálidas; amontonadas sobre la tierra revuelta.