Esta evolución debe continuar hasta que toda la energía sea concentrada según este vector: es el punto ω.

Las semillas se convierten en los misteriosos "sucesos elementales" que los probabilistas matemáticos denotan por la letra ω.

Comparación entre los comportamientos de los factores conformes ω para (a) polvo de Friedmann y (b) radiación de Tolman.

Y dos omegas (ω), una también normal y la otra dada la vuelta hacia abajo, producían el ocho horizontal.

Supongamos además que Ω es un espacio euclídeo E-dimensional.

El umbral Ω es pequeño en la misma medida.

De hecho, los argumentos y las conclusiones son considerablemente simples, en particular cuando Ω = ∞.

Ω se puede interpretar de forma pesimista como un indicador de los límites del conocimiento humano.

Una medida matemática práctica de esto es omega, Ω, otra letra griega mayúscula con un buen dominio del cosmos.

DATO Ω, se ha convertido en un emblema de París y el monumento con entrada paga más visitado del mundo.

Los bloques de cemento, que tenían forma de Ω, se utilizaban para afianzar el techo de la galería, conforme avanzaba.

De hecho, en cierto sentido, Ω es la esencia cristalizada, concentrada, de la creatividad matemática (de nuevo Emil Post).

De acuerdo con estas reglas sígnicas escribimos, pues, la serie x, Ω' x, Ω'Ω' x, Ω'Ω'Ω' x,...

De este modo, cada serie de tres pasos multiplica el corte exterior Ω por 3 y el interior ε por 9.

Las letras hebreas álef y tau (χ y π) habían desaparecido y en su lugar se veían las griegas alfa y omega (A y Ω).

▯ Para "traducir" ω en una sucesión infinita de variables de control reales, Payley y Wiener (1934) sugieren la diagonalización inversa de Cantor.