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Pero resulta que doce meses lunares no se ajustan exactamente al año solar.
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Así, estas ceremonias podían realizarse en diferentes estaciones del año solar.
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Curiosa cifra, pensé, corresponde exactamente a la duración en días del año solar.
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Tenía ochenta días de retraso con respecto al año solar.
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Consideró el año solar compuesto de trescientos sesenta y cinco días y seis horas.
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El veintidós de diciembre era uno de los días más cortos del año solar.
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El musulmán se basaba en los meses lunares y no en el año solar.
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Habían logrado medir la exacta duración del año solar; festejaban los solsticios y los equinoccios.
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Desde 1923, varias Iglesias orientales han adoptado el nuevo calendario, incluso el año solar gregoriano.
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Pero no había año bisiesto, de donde un retraso progresivo con respecto al año solar.
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El año lunar es, pues, once o doce días más corto que el año solar.
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Nosotros los han hace tres mil años conocíamos ya la duración real del año solar.
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Metón lo calculó tomando en cuenta un año solar de trescientos sesenta y cinco días.
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Pero el año solar no tiene exactamente 365 días.
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Cada pie corresponde a un día del año solar.
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El año solar para ellos era equivalente a tres mil seiscientos años de vida terrestre.
