Hay que abandonarlamolicie, por ejemplo, y empezar a movernos un poco, renunciar a la televisión y dejar de comer frituras.
2
Ha llegado la hora de abandonarlamolicie y dirigir a los fieles a la Guerra Santa, a la madre de todas las batallas.
3
Hasta allí venían, a veces, después de infinitas penalidades, aventureros que abandonabanlamolicie de la capital con la ilusión de conquistar la selva.