Es que si mi trastorno me ha hecho adivino, también me ha hecho poeta, más poeta que Cristóbal de Pipaón, el adoquinador de odas...
2
Los dos amigos que me auparon eran del grupo de adoquinadores.
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Sobre adoquinadores que se presentaban en motocicleta y comían fiambre en gelatina con los dedos sucios.
4
Adoquinadores débiles mentales, tarados con fobia social como esa Vera Eckhoff y agricultores incultos como Dirk zum Felde.
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Los adoquinadores, que han estado trabajando con la maza hasta el último momento, recogen sus herramientas y, entre bromas, ponen fin a su labor.
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Llegan los adoquinadores, hollando la calle que ellos mismos han tendido, pero extrañados de pasar por ella, aturdidos por su brillo, amplitud y empaque.