Aquellos lugares de paso encajaban bien con un alma vagabunda y frágil como la suya.

Un cuerpo necesitaba dar cobijo a su alma vagabunda.

La sonrisa severa de Cimourdain se detuvo sobre Gauvain, como para contener su alma vagabunda.

Y Sidarta siempre inmóvil, como un cuerpo que espera el retorno del alma vagabunda por el infinito.

Comprendí el alma vagabunda de Rimbaud, que dejó la escritura para viajar por las tierras inhóspitas de Etiopía.

Edificada por Laocoonte, que, rodeado de sus hijos, recibía su castigo, el alma vagabunda comprendía que era preciso desconfiar del diablo.

Pero se le quedó grabada aquella imagen de espadachín que proyectaba, de alma vagabunda que dejaba pesar y alegría a su paso.

¿Usted no lo proporcionó a cada alma vagabunda que encontraba, verdad?

¿No seré el envoltorio carnal de una nueva alma vagabunda?

¡Cuántas aventuras, amores e Ilusiones vive un alma vagabunda en dos horas de caminata!

-Tenéisel alma vagabunda, vosotros dos -hizouna pausa y sonrió con gran pesar en el corazón-.

-Eresun alma vagabunda y arruinada, que debía deambular para siempre entre los oscuros confines de la vida y la muerte.