1Hasta D. Paco me escribe diciéndome que seré para siempre indigno del altísono nombre de Rumblar, si no pesco ese mayorazgo, y ahí tienes...
2Salmerón, que había dejado la silla presidencial, soltó en un escaño próximo al reloj el raudal de su elocuencia altísona y majestuosa.