Un amuleto (del latín amuletum; recogido por primera vez en Naturalis Historia de Plinio el Viejo, significando"un objeto que protege a una persona frente a un problema") guarda cierta relación con un talismán (del árabe طلاسم tilasm, y en griego telesma o "telein" que significa "iniciar a alguien en el misterio").
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Se trata de un poderoso amuleto con un doble sentido muy claro.
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Ya no cabía ninguna duda de que aquel era el amuleto correcto.
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Dentro había una tarjeta con un amuleto; pueden imaginarse a quién pertenecía.
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Mándeme su retrato en cuanto le sea posible, me servirá de amuleto.
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El amuleto de protección que había hecho para Heraclea no era suficiente.
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Tocó de nuevo su amuleto, preguntándose hasta qué punto le ofrecía protección.
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El amuleto provoca en los humanos un deseo irreprimible de mostrarse sumisos.
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Con los años, había acabado por considerar esa última moneda un amuleto.
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Era evidente que también él se encontraba bajo la influencia del amuleto.
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Las peores cosas que le habían pasado ocurrieron a causa del amuleto.
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De artículo invendible a talismán: un lote especial se convierte en amuleto
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El amuleto Aguabaja bullía de poder; lo había estado cargando durante semanas.
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Se repitió esas palabras como un amuleto para ahuyentar un desastre mayor.
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Nadie iba a venir en mi ayuda; no podía utilizar el amuleto.
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Me he pasado dos días traspasando energía al amuleto de Caza Solo.
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Además, todos mis empleados son testigos: nunca me has dado un amuleto.
