La oca sabía muy bien que mataría un ansarino si podía.

Los campesinos encontraron, junto a su cuerpo, al feo ansarino que derramaba lágrimas amargas.

Philippe intentó contestar con su nueva y profunda voz, pero le salió un graznido ansarino.

El primero de éstos atrapó insolentemente al ansarino, lo mató de una dentellada y escapó a toda velocidad.

Gaya, que sabía ser insistente, seguía intentando que le explicara por qué tenía en mi casa aquel ansarino amarillo.

El ansarino, incapaz de mantener el vuelo, descendió aleteando pesadamente, y fue a parar al lugar exacto en que los dos zorros estaban esperando.

Helena me libró de la tarea de cuidar del ansarino, que colocó en su cesto junto al otro hermano, que no dejaba de chillar.

Sí, aquél era el estúpido que había estado quejándose de mis ansarinos.

Ya estaba recogiendo ansarinos cuando Fabio se presentó como por casualidad.

Ansarinos y patitos seguían a sus jefes por los caminos de las aldeas.

La oyeron los pequeños gansos y supieron que nunca volverían a ser ansarinos.

Cualquiera pensaría que hay tres gansos, tres ocas y veintiún ansarinos.

Y allá, en su rincón favorito, los ansarinos silbaban una canción de cuna.

Los siete ansarinos daban vueltas y más vueltas en torno de su madre.

Wilbur, las ovejas, los corderos, el ganso, la oca, los ansarinos, Carlota y yo.

Solo han alcanzado a algún que otro pájaro de los más pequeños..., polluelos, ansarinos.