En la comisura de los labios se le formaron unas arrugas blancas.

Las arrugas blancas de alrededor de sus labios resaltaban su rostro pecoso-

O por lo menos se le veían arrugas blancas en la piel bronceada.

En torno a su boca desdentada, se apreciaban múltiples grietas y arrugas blancas.

Su rostro estaba demacrado, con arrugas blancas alrededor de la boca.

Las arrugas blancas de sus muñecas y las de su cuello estaban sucias y grises.

Estaba delgada, ojerosa, y en sus sienes había brotado un tenue tatuaje de arrugas blancas.

Unas tenues arrugas blancas dividían en cuatro la fotografía, como si hubiese estado doblada muchos años.

Tenía el porte de un soldado y unas finas arrugas blancas señalaban las cicatrices de antiguas batallas.

La sonrisa marcaba mil arrugas en su rostro; arrugas blancas, pálidas, como si la piel no tuviese vida.

Y alrededor de los ojos de ella ve una red de arrugas blancas que habitualmente las gafas ahumadas ocultan.

Unas arrugas blancas le marcaron la boca por debajo del bigotito y los músculos de la mandíbula se hincharon.

Sus ojos eran finas arrugas blancas en una máscara brillante, y sujetaba el carro por la barra, mirando el humo.

La muchacha se le sentó en las rodillas y empezó a darle besos en las arrugas blancas en forma de abanico.

Alrededor de sus fríos ojos azules, unas tenues arrugas blancas se acanalaban tranquilamente cuando sonreía, como lo hacía en ese instante.

He ahí el Dniester en el estrecho y profundo valle, de los lados de dura arcilla surcada de arrugas blancas y rojas.