Significados de bancal en español

La austeridad precipita a Europa al abismo; es solo cuestión de tiempo.

Además se pregunta, ¿Puede algo sacar a Europa del borde del abismo?

Nuestra situación aún es peligrosa; oscilamos en el borde mismo del abismo.

Había un abismo entre ellos en cuanto a temperamento y posición social.

En el abismo, Chang había mencionado la posibilidad de una industria subterránea.

Es posible que aún estén practicables y permitan el acceso al barranco.

Cerrar el barranco no exigía notable competencia pero sí una perfecta organización.

El comisario formuló el deseo de que se despeñara por un barranco.

Tras un momento de silencio, levantó la vista y señaló el barranco.

El batallón británico seguía replegándose, sin duda buscando la seguridad del barranco.

Decídmelo claramente ahora mismo; de lo contrario, os arrojaré a ese precipicio.

Como consecuencia de ello, todo el sistema se catapultó hacia el precipicio.

Datos más específicos muestran que la economía está cayendo por un precipicio.

Creo que como consecuencia de ello me están empujando hacia un precipicio.

Un movimiento en lo alto del precipicio más cercano aclaró su duda.

Así, la calidad de la cooperación y solidaridad sevillana se verá quebrada.

Los mercados le han asignado el precio de una empresa prácticamente quebrada.

Sus siguientes palabras fueron pronunciadas con una voz quebrada por la ira:

El Presidente de la Corte de Justicia responde con la voz quebrada:

Con la voz quebrada, Leticia confiesa que le cuesta imaginar el futuro.

Las posibles consecuencias de aquella situación cayeron sobre mí como una losa.

Para retirar la losa dice el informe de Patrimonio Nacional recoge: Primero.

Todas esas víctimas empezaban a pesar sobre mi conciencia como una losa.

Lo absurdo de la situación le pesaba como una losa de cemento.

Sobre la losa se grabó este epitafio que ella misma había escrito:

Las aguas volvían a su cauce; casi habían conseguido cumplir su misión.

Asimismo, se ejecutaron obras de protección del nivel del cauce del río.

Los modelos de éxito, opina, deben buscarse más allá del cauce principal.

La crueldad y la violencia necesitan un cauce para obtener un resultado.

Tarde o temprano las aguas políticas y económicas volverán a su cauce.

En un momento, se habían descolgado por la sima varios hombres armados.

Al fin has vislumbrado la cumbre, y la sima, de mis aspiraciones.

Víctor Hugo es un vasto continente; Juan de las Viñas, una sima.

En todo caso, ningún sondeo detectó la profundidad real de la sima.

Tras la piedra el agua caía en una sima obscura y profunda.

Desde esta meta posición, debemos encontrar el propósito positivo de ese atolladero.

Vio en ello la única salida posible del atolladero donde estaba metida.

David estaba en un peligroso atolladero a causa de un importante secreto.

Todas estas fracturas han creado una situación que es un auténtico atolladero.

Perón quena que el país saliera del atolladero con un programa real.

Así, pues, no podría trazarse sobre el terreno el círculo del talud.

Hay evidencias de filtraciones de agua en la parte central del talud.

Han pasado dos meses desde ese día y el talud sigue igual.

No está más lejos que el camino del otro lado del talud.

Quizás había confiado en el Señor y había levitado hasta el talud.

Hoy la emblemática rambla de La Floresta lleva su nombre como homenaje.

Con paso firme, decidió subir por el paseo central de la rambla.

Una rambla abre su ancho cauce entre el camposanto y el pueblo.

Lugar de descubrimiento: la rambla, mientras tomaban mate el sábado de tarde.

Soñaría muchas veces que bajaba por esa rambla abriendo todas las jaulas.

Crisis fiscal Puerto Rico lleva una década con su economía barranca abajo.

En lo alto de la barranca, Mitre contemplaba el cruce en silencio.

VOLCÁN DE FUEGO: Continúa descenso de lahar en la barranca Las Lajas.

Las inundaciones fueron carcomiendo la barranca y ganando playa para el río.

Bajó a gatas al fondo de la barranca y allí lo encontró.

La tibieza o el silencio ante estas cuestiones conducen hacia el despeñadero.

Pero no podemos perdernos: la desconfianza es el despeñadero de toda sociedad.

Mar no apareció hasta que finalmente llegaron a las cuevas del despeñadero.

Mientras tanto, los guatemaltecos seguimos en el mismo camino hacia el despeñadero.

Al borde mismo del camino se alzaba un despeñadero alto y abrupto.

Pasamos de largo la torrentera que nos hubiera llevado al sector XXIII.

Se amplió su visión de la torrentera, la mañana crecía en claridad.

Era ésta el agua de la torrentera de Abu Zereibat, nuestra meta.

Por una torrentera unos soldados isabelinos descendían al pueblo cercano, a merendar.

Cruzaron un puente de madera, sobre una torrentera que cruzaba el pueblo.

Cuatro calles limpias y anchas descendían hacia la llanura enriquecida de huerto y zonas umbrías gracias al ramblazo de Vallvidrera.

-¡Sianda rondando los ramblazos, estará apañado!

Peter lo divisó detrás de un cúmulo de rocas donde la curva del río formaba un pequeño rehoyo.