Tiene que conocerlo, con tantos sacerdotes pronunciando el benedícite en esa lengua.
2
De Payens cerró los ojos, se santiguó y murmuró el benedícite.
3
Antes de sentarse, todos permanecieron en pie unos instantes, recitando mentalmente el benedícite.
4
Pero ¿acaso no se pronuncia, antes de comer, el benedícite?
5
Es costumbre de la familia leer un pasaje de las Escrituras, a modo de benedícite.
6
Thérésa recitó su benedícite.
7
Sería usted capaz de decir el Deo gracias antes que el benedícite y de morir de hambre antes que de quejarse.
8
El médico recitó el benedícite y todos metieron sus cucharas en sus respectivas escudillas, llenas de una sopa espesa y sabrosa.
9
De Payens entonó el benedícite y comenzaron a comer, comentando entre bocado y bocado historias sobre el desierto y sus siniestras y fantasmales leyendas.
10
Al oír recordar el Benedícite, los padres parecieron sentirse todavía más molestos.
11
Que el más viejo diga el Benedícite y el más joven las gracias.
12
Benedícite, ¡ya sabía qué era lo que afligía a ese bobo!
13
Benedícite, ¿cómo podía negarlo y recuperarlo a la vez?
14
Benedícite, debía marcharme a hurtadillas y confiar luego en que la despistara el resto del plan.
15
Pero el hermano Ángel recitaba el Benedícite y hacía la señal de la cruz sobre la sopera.