Cuando yo iba para allá, me la encontré en su borriquilla.

Desde allí se trasladaba al "Jesús de la borriquilla" hasta la parroquia.

Metió Quiteria el talón en la panza de la borriquilla, para avivarla el paso.

Si no aprende más, va usted a ser una borriquilla.

Yo también pensé entrar, pero la borriquilla me dijo:

Ambrosio Doblado Anguita arrea su borriquilla cargada de verduras calle Bernabé Soriano arriba, camino del mercado.

Todos esos recuerdos los iba desgranando Quiteria a su borriquilla, por hacer más corto el camino.

No obstante, salió apresuradamente, cogió a la borriquilla de las riendas y la ató en la azotea.

Una vez encontraron una borriquilla blanca al pie del Drachenfels, que sus dueños alquilaban para subir al castillo.

Entonces el viejo cochero abría la puerta de la cuadra y la borriquilla salía al jardín con un trote ligero.

Traía del ronzal una oronda borriquilla, bien arreada, dócil y segura: la propia hacanea de la mujer del juez de Cebre.

Nada, ya me voy, mi pequeña borriquilla testaruda...

Le había comprado una borriquilla blanca, para arrastrar el "ataúd" a través de las calles de Berck hasta las dunas.

En un primer momento reconoció a lo lejos las huellas de la borriquilla, pero estas fueron desapareciendo paulatinamente en la blanda arena.

Y la borriquilla sacudía la cabezota, en su cadencia, como dándole a entender que no se le iba ripio de aquella crónica.

Únicamente había allí plantas verdes y hierba para Cola -asíse llamaba la borriquilla- ,aligual que un claro manantial para ellos tres.