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Vamos a ver qué pasa si cambiamos el orden de las letras.
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En mi clase cambiamos el orden alfabético, así que las Z están delante.
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A lo mejor, si cambiamos el orden de las palabras, conseguimos formar un verso distinto.
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A ver, si cambiamos el orden, podemos escribir "Cathay", y nos quedan una ce y una erre.
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El significado de la frase puede modificarse si cambiamos el orden de colocación de las palabras aunque no sustituyamos ninguna.
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Por ejemplo, si cambiamos el orden de MCMLXIV para dar MMCLXVI, lo convertimos en "dos mil ciento sesenta y seis".
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Pero en el otro caso ("ayer no pudo hablar con ella"), cambiamos el orden y colocamos la circunstancia en primer plano.
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Tengo en mis discos duros versiones en las que cambiamos el orden de la estrofa, del puente, del estribillo... Le dimos muchas vueltas.
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¿Por qué no cambiamos el orden?