1
Naturalmente, Menéndez aceptó y un buen día visitó el cigarral de Frankel.
2
Sus primos la siguieron hasta el cigarral, pero nadie dijo una palabra.
3
Seguramente soldaría antes en ese cigarral que en su piso de Madrid.
4
Si las tardes venían buenas, ahijado y padrino se iban al cigarral.
5
Pero el cigarral permanecía desocupado desde que murió el padre de Lucía.
6
Al cabo de un rato, volvió al cigarral de su abuelo indiano.
7
Les espero a los dos en mi cigarral esta tarde a las cinco.
8
Cuando hubieron llegado al cigarral y entrado dentro, le preguntó Mendoza:
9
Mariana aceptó trasladarse al cigarral inmersa en los mismos sentimientos contradictorios.
10
Yo también tengo mi cigarral, y debe de estar por ahí.
11
Calma, sangre fría; váyase al cigarral y espere tranquilo los acontecimientos.
12
La señorita Inés le había comprado el cigarral al propio marqués.
13
Nubes de tormenta se cernían sobre el cigarral de los Crory.
14
El interior del cigarral era tan austero como su fachada auguraba.
15
Mi marido lo llevará mañana al cigarral y lo quemará todo.
16
Hacía tiempo que no se hablaba del caso del cigarral.
