Se hallaba frente a él, con el cuerpo enroscado en el suelo.

Su cuerpo enroscado permanecía oculto en las sombras de un pequeño vestíbulo.

Era una serpiente de plata, con el cuerpo enroscado y la cabeza alzada.

Desplegó su cuerpo enroscado, se estiró y abrió los ojos.

Tanto que ya no concebía dormirme sin la calidez de su cuerpo enroscado al mío.

Sonia yacía allí en posición fetal, todo su cuerpo enroscado alrededor del perro de peluche.

La cabeza se separó de su cuerpo enroscado de latón y sacó una lengua dorada.

Se levantó y caminó hasta el cuerpo enroscado.

Estaba dormida, con el cuerpo enroscado, bonita y mona, y se chupaba el dedo en silencio.

Una cabeza diminuta se irguió del cuerpo enroscado.

Lo más que hacía cuando descansaba era sentarse a contemplarlas sin pestañear con el cuerpo enroscado.

Sin duda, no significaba nada para aquellos orientales, que únicamente veían su cuerpo enroscado sobre sí mismo.

El palacio parece haberse reorganizado durante mi larga ausencia, como una serpiente que arreglase su cuerpo enroscado.

Pero al ver a Raphontis retiró su cuerpo enroscado y permitió que Ralibar Vooz subiera la escalinata.

El cuerpo enroscado se encontraba totalmente en sombras, por debajo del nivel de los haces de luz.

La serpiente se inmovilizó, hasta que su cuerpo enroscado solo se vio recorrido por estremecimientos muy débiles.