Muchos capitanes que temían embarcar piratas rechazaban a los pasajeros de dudosa catadura.

Llamó y acordó una reunión telefónica con otro potentado de dudosa catadura moral.

Los enterradores ("vespillones") son gente de dudosa catadura y no se andan con remilgos.

Y es que estamos, desgraciadamente, curados de espanto en cuestiones de corrupción y comportamientos de dudosa catadura moral.

Él es un joven de dudosa catadura, eso es innegable, pero otras hijas hacen cosas aún peores, querida.

Los vagabundos que había visto desde los parapetos eran de dudosa catadura, hambrientos, sucios y a veces groseros.

Todo podía, todo debía ser ocasión de encuentros extraordinarios: amigos generosos, mujeres misteriosas, personajes de dudosa catadura, formidables intrigantes.

Uno de los conocidos del asesinado, un hombre de dudosa catadura, confesó en su lecho de muerte que era el asesino.

Pero hay un sudanés de dudosa catadura que afirma haber sido interrogado por un norteamericano poco antes de que empezara el ataque.

Eran tres individuos cuyo aspecto no inspiraba ninguna confianza, sujetos de dudosa catadura que, a juzgar por sus caras, hasta podían ser bandidos.

Nunca se sabía de dónde salían, pero se aseveraban como certezas, "verdades como puños", afirmaban convencidas algunas mujeres de dudosa catadura.

También ve IU responsabilidad del PSOE en todo este asunto por albergar en sus filas a dos personas de " dudosa catadura moral".

Había adelantado a uno o dos personajes de dudosa catadura en el camino, ¿había alguna posibilidad de que el doctor le acompañara en su viaje?

Ella estaba en una casucha con un grupo de mujeres de dudosa catadura que guardaban a un grupo de niñas, no queráis saber para qué.

"Permitir que una persona de dudosa catadura moral conduzca un coche." Le prestó el coche a una conductora lunática y luego la ayudó a escapar.