Significados de dueño del tugurio en español

Octavia hace que tu gobernador parezca el dueño del tugurio de un pueblo.

El dueño del tugurio se vio en una situación comprometida.

La mirada avariciosa del dueño del tugurio le tendría que haber puesto sobre aviso.

Lo saltó y tomó nota mental de llamar al dueño del tugurio por la mañana.

Ya ni chinga -le dije al dueño del tugurio-, anda poniendo en riesgo a las señoritas.

Berl, la hija del peletero, se había enamorado del hijo del dueño del tugurio del número 6.

Mientras el dueño del tugurio reponía la carga alumbrándose con un mechero, mudamos prudentemente de conversación.)

El dueño del tugurio esbozó una sonrisita que quiso ser irónica, pero que se quedó simplemente en desagradable.

El dueño del tugurio.

El dueño del tugurio se mostraba arrogante, sabedor de que contaba con el respaldo de sus clientes, todos pendientes de aquel desconocido.

Estaba Prosker, sentado allí como si hubiera sido el dueño del tugurio, sonriendo amablemente a Kelp, como una araña a una mosca.

Salivando, comenzó a tragar mientras el dueño del tugurio y su hedor se alejaban, sin ni siquiera haber protestado ni pedido nada a cambio.

Bebía un vaso de agua, y Benito, el dueño del Tugurio, lo miraba con desdén.

-¿El dueño del tugurio ese, el Fortuna?

¿Quién era ese coreano que vino hace unos días?, le preguntó a Kornei Ivánovich, dueño del tugurio del puerto.