Con una especie de beatitud simplona, pronuncio frases que olvido inmediatamente.

Su viaje hacia esas pampas desconocidas los sume en una especie de beatitud efervescente.

Esta idea le procuraba una gran tranquilidad y le sumía en una especie de beatitud.

Me inundó una especie de beatitud y me dormí.

Una belleza evidente no suscita el pensamiento sino la felicidad: una especie de beatitud, eso es todo.

Lo contemplé en una especie de beatitud.

Aquella mezcla de rosa y oro se acentuaba y ponía en el alma una especie de beatitud.

Un cálculo simple, pero estoy sudando, y experimento una especie de beatitud, causada sin duda por el esfuerzo.

Él.-Esa es una especie de beatitud con la que me costaría trabajo familiarizarme, pues raramente se encuentra.

Y ella gimió con una especie de beatitud, como la víctima del sacrificio, como algo que acaba de nacer.

La melopea lancinante, de inflexiones lánguidas, acabó sin embargo por fascinarnos e incluso por sumirnos en una especie de beatitud.

La sensación de que su existencia se prolongaba en aquel cuerpecito inerme, pero no inerte, los colmaba de una especie de beatitud.

Todos estaban sonrientes, con los ojos entrecerrados y los mofletes subidos hasta las orejas; parecían sumidos en una especie de beatitud profunda.

Me sentaba frente a ellos, cara al sol del mediodía, y mientras los contemplaba, poco a poco sentía cómo iba invadiéndome una especie de beatitud.