1
Sin apartar los ojos de ella, Jamil preguntó al eunuco negro en jefe:
2
La señorita Macao, que nos servía de eunuco negro, le arregló la ropa.
3
Si alguna vez deseo mucho mal a alguien, querría que fuese un eunuco negro.
4
Un eunuco negro introdujo la cabeza e hizo una señal.
5
Jamil echó una ojeada al eunuco negro en jefe y súbitamente estalló en carcajadas.
6
Fue un eunuco negro de la corte del califa.
7
Se inclinó hacia el eunuco negro y, cogiéndolo del brazo, lo llevó a un lado-
8
Sin embargo, el eunuco negro sigue en favor, como una manifestación de poder y de riqueza.
9
El eunuco negro en jefe se dirigió en voz queda a Jamil, que soltó una alegre carcajada.
10
Y también tenía cabello castaño, que el eunuco negro en jefe sabía era el preferido de Jamil.
11
Se volvió al eunuco negro en jefe-.
12
Un gran eunuco negro, vestido con unas calzas de seda y el torso desnudo, salió a recibirlos.
13
El viejo eunuco negro apareció nuevamente.
14
Además, Jaja era un eunuco negro con la nariz chata y un cuerpo gordo en forma de pera.
15
El guardia me condujo a un lateral del palacio y me dejó al cuidado de un alto eunuco negro.
16
Selma, abriendo los ojos, divisa a Nessim Agha, el eunuco negro preferido del sultán Vahideddín, que acaba de entrar.
