Esa es tal vez la causa de nuestra falta de musicalidad.

Aquella voz, su tono, su timbre, su falta de musicalidad, no me sugerían nada bueno.

Lo tocaba por las noches en sus habitaciones, para sanarse de la falta de musicalidad de la burocracia vaticana.

Sobre el insistente ostinato se elevaba una sola voz, trémula y aguda, que pese a su falta de musicalidad formaba claramente parte del ritual.

Le había expuesto, a su cautelosa manera, que dada su falta de musicalidad su baile jamás podría conducirle a obtener verdaderos éxitos, éxitos interiores.

Polly sabía que si se ponía a comer pecaría de falta de musicalidad, algo que su madre, simplemente, no le consentía, de modo que esperó.

Todos le daban la lata a Steve por su falta de musicalidad; yo, en cambio, le decía: "Que les den, no existen notas desafinadas.