Significados de frecuentar los salones en español

No tuve tiempo para frecuentar los salones ni practicar la conversación elegante.

Comenzaron a frecuentar los salones de té de la ciudad.

Dispuesto a frecuentar los salones... la moda... los artistas.

Cuando se veía obligado a frecuentar los salones elegantes, le agobiaba el calor reinante en esos lugares.

La enseñamos a maquillarse, vestirse a la última moda y a frecuentar los salones de los hoteles.

Se expresaba con la exquisita cortesía de quien está habituado a frecuentar los salones de la alta sociedad.

Esa experiencia lo alejó para siempre de sus antiguas extravagancias, y nunca volvió a frecuentar los salones de fiesta.

Después de estudiar en la universidad, cuando rondaba los treinta años, su salud empeoró y dejó de frecuentar los salones.

Empezó a frecuentar los salones de Palermo y a ser presentada a posibles buenos partidos, así como a sus madres.

Jamás podría frecuentar los salones de la Corte inglesa, porque su padre no era un noble, ni siquiera un militar.

Por tanto, cachorros míos, si queréis encontrar un buen dote, debéis frecuentar los salones... A propósito: ¿Sabéis lo qué es un salón?

Todo el mundo sabía que al marido de Dolores le gustaba frecuentar los salones de baile de la ciudad, pero nunca con ella.

Un hombre de maneras delicadas y habituado a frecuentar los salones de la capital siempre podía negarse a contraer un compromiso con una mujer así.

Alguien sabía que frecuentaba los salones del límite del estado.

Pero el escritor habría frecuentado los salones porque en seguida le cortó con parecido tonillo:

Los curas se quedaban en la sacristía o a lo sumo frecuentaban los salones de palacio.