Lo fumé en silencio haciendo bolitas con el humo.

Me ofreció la caja y fumé en silencio.

Saqué otro cigarrillo y lo fumé en silencio.

Encendí un cigarrillo y fumé en silencio hasta que vimos salir a Melgoza de la iglesia.

Me asombró aquella seguridad que daba énfasis a la repetición de sus palabras y fumé en silencio.

Encendí un cigarrillo y fumé en silencio.

Encendí un cigarro y fumé en silencio.

Le ofrecí mi bolsa de tabaco y él se sentó frente a mí; durante un rato fumé en silencio.

Me encendí el cigarrillo, me lo fumé en silencio y después le pregunté a Tancredi si le apetecía oír una historia.

Por un rato me quedé sentado y fumé en silencio observando sus dedos delgados entre sedas teñidas y una hebra de oro.

Fumé en silencio mientras la Maestra miraba hacia el cielo estrellado.

Fumé en silencio, esperando a que aquel tipo malhumorado se marchara.