Significados de ganas de jarana en español

No tenía ella ganas de jarana; era tarde y necesitaba descanso.

Enseguida se le fueron las ganas de jarana a Guillermo.

Postrado en el artilugio, B no tenía ganas de jarana.

Hombres jóvenes con ganas de jarana iban a probar suerte con las chicas del Paralelo.

No tenía ya tantas ganas de jarana la tropa.

Era la hora bruja y aquel grupo abigarrado y con ganas de jarana me siguió.

El monstruo estaba demasiado satisfecho de su proeza como para que le quedaran ganas de jarana.

Con tantos barcos que pasan y los marineros con ganas de jarana...

Y como no tengo ganas de jarana, opto por ir a comprarme una palmera de chocolate a San Onofre.

Bajamos corriendo por el camino cubierto de escarcha, con ganas de jarana y empujándonos unos a otros para llegar antes.

La culpa la tenía su marido, que le pegaba cuando volvía a casa medio borracho y con ganas de jarana.

Contra un acorazado tendrían bien poco que hacer, pero de enfrentarse con una patrullera con ganas de jarana, ya sería otro cantar.

De todas formas, nos vendría bien si las saqueadoras estuvieran celebrándolo esta noche, todas con gorritos de papel y con ganas de jarana.

Hoy tengo pleno extraordinario y todo porque el jefe de la oposición ha vuelto con ganas de jarana, es decir, de tocarme los cojones.

El conductor vio armas y ganas de jarana, o quizás simplemente se asustó, y dio un acelerón porque pensaba que eran tipos de Al Shabab.

-Bueno ,mispajarillos cantores -dijoPeter-,espero que estén todos con ganas de jarana.