El gigantesco esclavo lanzó un gemido y dejó caer a su presa.

El hombre que la acompañaba era el gigantesco esclavo de la casa.

El gigantesco esclavo escribía en una tablilla de cera mientras murmuraba:

El gigantesco esclavo estaba descalzo y vestía tan solo un taparrabos.

A pocos metros de ellos, el gigantesco esclavo negro aguardaba pacientemente.

Un gigantesco esclavo negro se apresuró a ejecutar su orden-

Un gigantesco esclavo semental acuchillaba a un mercader judío agazapado.

Regresó Malaco en compañía de un gigantesco esclavo.

Tras comprobar que su gigantesco esclavo se acercaba, Temístocles volvió de nuevo la vista hacia la llanura.

Se dirigió al gigantesco esclavo negro y, para estupefacción de todos los presentes, le hizo una reverencia:

Ya no tenía dudas de que estaba a punto de dar con el enmascarado... y con su gigantesco esclavo.

Ya se acercaba lentamente hacia mí cuando de repente atrajo su atención un gigantesco esclavo encadenado unos pies a mi derecha.

Ya se acercaba lentamente a mí cuando de repente atrajo su atención un gigantesco esclavo encadenado a unos metros hacia mi derecha.

A su izquierda cabalgaba su portaestandarte, un gigantesco esclavo shendo con una argolla tachonada y una capa negra ondeando a su espalda.

Tan solo se sabía que cuando moría un seguidor de Asura, su cuerpo viajaba río abajo en una barca negra que guiaba un gigantesco esclavo.

Era difícil encontrar hombres tan de fiar como los dos gigantescos esclavos.