1
Vimos entonces a Efrén deslizarse entre los juncos como una gran culebra.
2
Y muy pronto salió una gran culebra, que se fue acercando al niño.
3
Y al mismo tiempo una gran culebra se deslizó de su boca al baño.
4
La gente comenzó a moverse como una gran culebra.
5
Esa gran culebra de trueno dejó todo temblando.
6
La gran culebra verdeazulada que protege a la casa de las alimañas que suelen llegar desde la selva.
7
Dentro de mí una gran culebra me muerde y me envenena el corazón... ¿Qué es esto que siento?
8
Durante siglos, la gigantesca cueva estuvo vacía hasta que, de repente, empezó a vivir en ella una gran culebra.
9
Vieron una gran culebra de agua serpenteando entre la hierba, brillándole los lomos por la lluvia que hizo su aparición.
10
Se estrecha en las pendientes, pegado a la ladera, como una gran culebra que se arrastrara en busca de la humedad cercana.
11
Un pastorcillo se retorcía en el suelo, anhelante y convulso, con la cara descompuesta: de su boca pendía una gran culebra negra.
12
La gran culebra de agua empezó por llevar al grupo del doctor por la costa hacia el sur durante unos sesenta o setenta kilómetros.
13
¡Cuál no sería su asombro al ver enroscada una gran culebra!
14
Pese a ser cristiana, adoraba a los espíritus del bosque y entonaba cantos en honor de la Gran Culebra.
15
¡A ver si cazas esa gran culebra!
16
-Puesclaro -dijola gran culebra-.
