Las bifidobacterias o los lactobacilos, por ejemplo, no desprenden ningún olor desagradable.
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Los lactobacilos desempeñan un rol activo en la remoción de estos radicales libres.
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Algunas mujeres tienen "lactobacilos buenos", como dice Hillier, y otras solo lactobacilos regulares.
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Los lactobacilos se encuentran originalmente en los intestinos humanos.
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Los lactobacilos, que son bacterias buenas, entran en los espacios que quedan entre estas vellosidades.
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Cuando los lactobacilos del yogur entran al estómago, la mayoría muere por los ácidos gástricos.
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Y creen que estos resultados se deben a los lactobacilos que se encuentran en los yogures.
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Sin embargo, esta forma de pensar sobre los beneficios de los lactobacilos es cuestionable desde la base.
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Son solo un par de platos que también gustan bastante a las bifidobacterias o a los lactobacilos.
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La vagina necesita lactobacilos Una vagina saludable necesita tener bacterias, pero prefiere un tipo específico llamado lactobacilos.
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Según un estudio americano, la ingestión de determinados lactobacilos puede reducir nuevamente el riesgo de alergias en estos niños.
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Y si además contienen probióticos como lactobacilos y bifidobacerias, bacterias muy amigables para los humanos, el tracto gastrointestinal estará muy agradecido.
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Los lactobacilos no solo protegen la salud vaginal de la mujer sino también la salud del bebé cuando una mujer está embarazada.
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Por esa razón se han hecho mejoras recientemente y los yogures se venden con la frase "lactobacilos que llegan a tu intestino".
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En la composición de la mitad de estas bacterias solo interviene un tipo, los lactobacilos, a los que les gusta producir especialmente ácido láctico.
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Las duchas vaginales eliminan los lactobacilos beneficiosos y allanan el camino para la infestación por parte de las bacterias anaeróbicas y su estela de cadaverina.