1
El lecho conyugal fue más importante que nada durante las primeras semanas.
2
Estas líneas encierran la mayor parte de los secretos del lecho conyugal.
3
No quiso ella utilizar el lecho conyugal, que seguía considerando un santuario.
4
El día se cierra con los ardores casi mitológicos del lecho conyugal.
5
Ni siquiera en el lecho conyugal se había sentido nunca tan bien.
6
Sentía una íntima aversión a discutir de negocios en el lecho conyugal.
7
Un torrente de basura sumergió el lecho conyugal de los nuevos esposos.
8
Después la arrojó con fuerza sobre el limpio y blanco lecho conyugal.
9
Pero considerándose aún indispuesto, no se atrevía a acercarse al lecho conyugal.
10
Aquella noche, no pediría perdón, no reclamaría el derecho al lecho conyugal.
11
Detestaba la vez, cada nueve semanas, que era llamada al lecho conyugal.
12
También sobre la mesilla junto al lecho conyugal donde hacíamos el amor.
13
Pero Paquito tenía su lecho conyugal con Esther, y yo dormía solo.
14
Yacía rígida en el lecho conyugal, con el embozo alrededor del cuello.
15
Pero no se atrevía a acercarse al lecho conyugal, creyéndose todavía enfermo.
16
El propio lord Derek, que Dios bendiga, no venía del lecho conyugal.
