Una señora muy maja que suele charlar con las familias recién llegadas.

Tiene razón: no es usted nada maja, y me lo pagará caro.

Me ha tocado compartir mesa con gente maja, todos periodistas o escritores.

Después, añade el vinagre y el agua y maja hasta ligar bien.

Pues no sé, me pareció maja aunque habla menos que las piedras.

Se maja ese mito, después se lava, luego se cuece en agua.

Me senté a su lado y cogí el mortero y la maja.

Parecía maja, a pesar del peinado austero y la sombra de bigote.

No era mi tipo pero, como te he dicho, era bastante maja.

Brenda, una estudiante muy maja de último curso, me acompañó en coche.

Es muy maja Mercedes, hacía mucho tiempo que habíamos perdido el contacto.

Parece una maja desnuda voluptuosa y desvergonzada de sublime e irreverente juventud.

Porque en Colmenar hay una fuente muy maja, que hicieron los romanos.

Ella y Armando, su legítimo, además de cuñado mío, son gente maja.

Es muy maja y todo eso, pero no hay nada que hacer.

Me dijo mi padre que eras muy maja cuando te conoció ayer.