1La opinión que de mí tenía hubo también de malearse mucho.
2Cuando la mismísima realidad puede malearse, cualquier subterfugio resulta posible.
3Sin duda alguna, la muchacha estaba comenzando a malearse.
4Teia vio cómo la plata burbujeaba, se deformaba y se derretía, lista para malearse de nuevo.
5Pero en mi mundo anterior había visto malearse y quedarse atrás a hombres, lo mismo que a caballos.
6Siempre van a malearse por ahí.
7No sé cómo pudo malearse.
8Entre el síndrome de Estocolmo y el deseo humano de sobrevivir, el cerebro puede malearse hasta aceptar cosas muy raras.
9Con el poder de la Fuerza podía malearse incluso la roca, que sangraba alteraciones hasta tornarse del rojo más profundo.
10¡Un ser tan débil como yo y abandonado a sí mismo tiene que malearse!