Un ángel es un mensajero de Dios, o el mensaje en sí.

Todos quieren ver al mensajero de Dios, alto, enjuto, negro, barbudo, descalzo.

Piden un minuto para decir la palabra libertad frente al mensajero de Dios.

Un enviado del cielo, no cabía duda a Teodosio; un mensajero de Dios.

Decían que era un ángel; es decir, un mensajero de Dios.

Dora había hablado de un mensajero de Dios con total convencimiento.

No había ninguna vergüenza en adorar a un mensajero de Dios.

Verriman había llegado a atribuirse el título de profeta, de mensajero de Dios.

De las dudas que decepcionaron al mensajero de Dios en Silves.

No es precisamente lo que se esperaría de un mensajero de Dios, ¿no?

Te dabas perfecta cuenta de que era un mensajero de Dios.

Llámele Gabriel, un mensajero de Dios, un eco de mi inocencia.

Si fuese el Mesías, no sería otra cosa que el mensajero de Dios.

Ambos bandos creen en el mismo Dios y el mismo mensajero de Dios.

Ningún esbirro del infierno pudo alcanzar a nuestro mensajero de Dios.

Intentó vivir y enseñar como mensajero de Dios, pero sin Dios.