Y es que el síndrome del impostor afecta especialmente a personalidades muy perfeccionistas.

De los seis jóvenes contratados resalto su rendimiento laboral, son muy puntuales y muy perfeccionistas.

Ni siquiera en Hollywood repetían tanto las escenas, y eso que allí eran muy perfeccionistas.

Suelen ser muy perfeccionistas y críticos consigo mismos, en las tareas y el trabajo que desarrollan.

La verdad que es mucho tiempo porque son muy perfeccionistas y están manejando una tecnología muy alta.

Los gringos son muy profesionales, muy perfeccionistas.

Suelen utilizar este color aquellas personas que emanan confianza, libertad y optimismo, también quienes son muy perfeccionistas.

A lo mejor eran muy perfeccionistas.

Los médicos dicen que, en la mayoría de los casos, es una consecuencia de las biabas, que fueron muchas y muy perfeccionistas.

Eso suele darse en personas muy perfeccionistas y que quieren que todo esté bajo control, dejando muy poco margen para la improvisación.