Tal era la explicación de la primera tempestad del año, entre los nahoas.
2
Se defendieron heroicamente por más de cincuenta años; pero los nahoas eran los más fuertes y acabaron dominando.
3
Ahora que pasemos por los pueblos de nahoas, verá usted la diferencia; aquéllos tienen la nariz chata y ancha.
4
Conocía algunas palabras nahoas y el anciano cacique le iba explicando en su idioma, lento y dulce, lo que la muchacha incansable preguntaba.
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Flotaba un tenue efluvio azuloso, de ese aroma dulce tan grato a los dioses nahoas, según antiquísimas tradiciones celosamente conservadas en el Calmécac.