Lo miró inquisitivamente, con sus ojos suaves llenos de compasión y preocupación.

Con aquellos ojos suaves, miró su mano para comprobar si llevaba alianza.

Cato miró a los ojos suaves y ligeramente inquisitivos del joven ordenando.

Tenía los ojos suaves y curvas propias de un cuadro de Rubens.

Einstein lo miró con sus ojos suaves y profundos y le contestó:

En sus ojos suaves y grises brillaba una nueva luz, casi insoportable.

Era ancho de espaldas, de mandíbula contundente pero ojos suaves, muy expresivos.

Tienen unas manos grandes, unos cerebros enormes, unos ojos suaves, líquidos, espirituales.

Una voz suave, unos ojos suaves, un pelo suave... -bajóla voz-

H. estaba de pie disfrutando la visión con sus ojos suaves y lascivos.

Miro sus ojos suaves, llenos de sinceridad y la ira desaparece.

Tiene puestos en mí, ahora, sus ojos suaves, inteligentes, confiados, verdes.

Tenía ojos suaves y castaños que ahora estaban turbios y se había ruborizado.

El rostro resultaba extrañamente atractivo, con los ojos suaves y pecas.

Tiene los ojos suaves y bonitos, como los de un ciervo.

El can se sentó, mirándolo con sus ojos suaves y apacibles.