Significados de peluquero francés en español

Mándala a un peluquero francés y que haga un curso, valdrá su peso en oro.

El peluquero francés sonrió y se encogió de hombros.

Procedía de Madrid, donde trabajó a las órdenes de un peluquero francés que atendía por Charles.

Una se casó con un peluquero francés y otra con un italiano que vendía figuras de yeso.

Nada de eso le decía el peluquero francés de Tours apretando la maquinilla de rapar en todas direcciones.

El peluquero francés contestó que nada.

Le entregó su pasaporte al peluquero francés y el peluquero se lo enseñó a otros clientes de la peluquería.

Danny se aplicó a ello con la seriedad de un peluquero francés hasta asegurarse de que el nudo quedaba perfecto.

El peluquero francés sonrió complacidamente, dio un toque final con su peine y retrocedió dos pasos para contemplar su obra.

La costurera no daba abasto y el peluquero francés sufrió un soponcio y debió ser resucitado con friegas de vinagre.

Fue una curiosa historia, porque entré en aquel negocio para ayudar a un pobre peluquero francés a quien gente turbia quería despojar.

Sentada ante su tocador, hacíase peinar por un peluquero francés recientemente llegado de París, cuyos servicios se disputaban las damas de la Corte.

Como aquel peluquero francés de Tours que una vez le metió a Juan la maquinilla hasta la coronilla sin parar de cagarse en Franco.

Sin embargo Juan no era para el peluquero francés de la ciudad de Tours un español inocente que soportaba a Franco el asesino de españoles.

Pero si crees que voy a ser la segunda señora de Tietjens después de esa... viuda de un peluquero francés...

Una lástima, porque en las Ramblas de Barcelona había buenos sastres y peluqueros franceses.