Llegamos ya a los primerosarrabales, con sus bazares y la muchedumbre abigarrada y curiosa.
2
Pronto, al otro lado de la colina, pudo divisar los primerosarrabales de la ciudad.
3
A través de los churretes de hollín contempló el paisaje nevado y las luces macilentas de los primerosarrabales de la ciudad.
4
En cambio, en los alrededores del Riachuelo, convertido en puerto natural, se generó uno de los primerosarrabales, donde habitaban los sectores populares.
5
El viento ondeaba las piezas de seda puestas a secar en largas varas, como gallardetes que señalaran el camino hacia los primerosarrabales.