-Estoyobligado a ello, si es la hora - respondióel escriba-.

Tus efluvios llegan hasta mí con facilidad - respondióel escriba, mientras adoptaba uno de sus característicos gestos impenetrables.

-Sencillamente ,losdioses se lo han quitado - respondióel escriba, esbozando una sonrisa-.

-Pamenes- respondióel escriba- era de lo más fiel y erudito.

-Otrodía - respondióel escriba, que apartó al otro entre chanzas.

-No ,parael traslado definitivo todavía queda tiempo - respondióel escriba chasqueando la lengua-.

-Describeel estado del cadáver, mi señor - respondióel escriba-.

-Esun gran honor, majestad - respondióel escriba por fin-.

-Soyel director de los esclavos reales, señor Djoser - respondióel escriba en tono altanero-.

-Unosquince mil talentos - respondióel escriba con frialdad-.

-Lohe pensado, mi señor - respondióel escriba-.

-Note enojes contra mí - respondióel escriba-.

-Esinútil - respondióel escriba de la Tumba-.

-Nuestrosnúmeros de penado - respondióel escriba-.

-Esla fórmula de un potente veneno - respondióel escriba, más acostumbrado a ese tipo de escritura-.

-Bueno ,hayvarias maneras - respondióel escriba-.