Adornaba sus perfiladas uñas con colores fuertes y agresivos: rubro, bermellón o rojomúrice.
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Su riqueza cromática sorprendió al ayudante de bibliotecario: gris perlino, rosmarino, albaricoque, añil, retinto, apizarrado, verdemar, verdemontaña, trigueño y rojomúrice.