En esa sensación de entrega, le invadió una profunda soledad.

Arthur no conoció nunca la sensación de entrega y de sosiego que proporciona una confianza sin límites.

Era una sensación lujuriosa... y también una sensación de entrega, una entrega que sería imposible con cualquier otra persona.

Estaba dispuesto a morir de placer para que ella también muriera, y recibía de Canayma la misma sensación de entrega.

Él sintió que cedía, una gloriosa sensación de entrega, y con el rostro enterrado en la maraña del pelo de Ally, cayó.

Justo cuando empecé a notar cómo me tensaba, me embargó una sensación de entrega y, milagrosamente, toqué la pieza sin esfuerzo ni errores.

Tenía esa sensación de entrega, y una intensificación de la conciencia, como si surgiesen colores brillantes en un mundo en blanco y negro".