1
Cuando soltaban su carga mortal había que volver a amartillarlas a fuerza de puro músculo.
2
Los bombarderos soltaban su carga a placer, enterrando a centenares de combatientes bajo montones de escombros incendiados.
3
Cuando una ligera brisa atrapaba aquellas hojas superiores, éstas soltaban su carga para que se derramara en repentinos pero breves torrentes.
4
Realmente, los alisios eran unos vientos de fiar; siempre que chocaban con las laderas de la montaña, soltaban su carga de humedad.
5
Escuadrillas de dos o tres aviones sobrevolaban la ciudad, soltaban su carga mortífera, volvían a los aeródromos a repostar y regresaban con nuevos ataques.
6
Soltaban su carga humana, y los mastodontes mecánicos se dirigían a los parkings especiales asignados.
7
¿En qué pensaban aquellos teutones cuando soltaban su carga de muerte y destrucción sobre la ciudad?