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Oyó la voz de Zymun, tan zalamero como siempre, sin rastro de temor.
2
Por desgracia, el entusiasmo, tan zalamero, ¡es solo para nosotros!
3
Se la estaría tirando algún individuo tan zalamero como despreciable.
4
Le venía la figura de Antonio Pérez, tan zalamero, tan falso, tan torcido en sus intenciones.
5
No seáis tan zalamero, que os conozco.
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Jamás lo vi tan zalamero, tan encantador.
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No veo de qué nos serviría, y es tan zalamero...
8
Salí a su encuentro y, apenas verme, él se adelantó abriendo exageradamente los brazos, tan zalamero y falso como siempre.
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Su hermano Colás sí era listo... y el pequeño Ramón era tan zalamero que la madre lo quería para curita.
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Por la tarde presenté a mi paisano con Suárez, que se quedo encantado al ver un tipo tan zalamero y complaciente.
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Mary le dio las gracias de un modo muy zalamero, tan zalamero que su hermano por poco no se pone colorado.
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Y Edward es tan inteligente... y tan zalamero...
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Aunque, después, normalmente se apresuraba a pedir perdón y entonces se mostraba tan zalamero que a ella le resultaba difícil seguir enfadada.
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Y la taimada gata se sonreía de un modo tan zalamero, que Fortunata no pudo menos de preguntarle: "¿Quién está ahí?".
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Todo ese discurso tan zalamero de que ibas a insistirle a Khaba para que me dejara en libertad... Lo tenías todo planeado, ¿verdad?
16
Es curioso que, en este país tan zalamero con la realeza, nunca se haya destacado en libros o artículos la inteligencia de Juan Carlos.
