1
Con el fusil entre las manos, miraba fijamente el vasto erial.
2
Todo el continente empezaba a convertirse en un vasto erial.
3
Era un vasto erial de tierra removida con pequeños montículos de barro amontonado por doquier.
4
La mujer les llevó hasta donde terminaban las casitas y empezaba un vasto erial bajo la luna.
5
A pocas horas de camino observarás que a la derecha de la calzada se extiende un vasto erial.
6
Se veían sus sombras casi inmóviles, solo agitadas por la apresurada respiración, diseminados por el vasto erial en diversas actitudes.
7
Y afuera, por espacio de kilómetros y kilómetros en derredor, solo se podía contemplar un vasto erial y un cielo límpido.
8
Más allá, se extendía el vasto erial en el que había muerto Thomenn y donde, se decía, moraban todos los pecadores en eterna penitencia.
9
En aquel vasto erial, donde las dunas bajas eran la única protección en lo que abarcaba la vista, el humo habría significado nuestra captura inmediata.
10
Y si se mira desde la cumbre del presente hacia los vastos eriales del pasado, ¿qué son?
11
-Noes así, señor -replicóGrizmund, sacudiendo la cabeza mientras señalaba el confín del vasto erial de los habitáculos externos-.