La vida de crápula tenía también sus desventajas, y él las asumía.

En la giba de una nube deshilacliada ordenaba su vida de crápula.

Hizo allí una vida de crápula; se arruinó, y volvió a navegar.

De resultas, decidió hacer un poco de limpieza en su vieja vida de crápula.

Era este un viejo maestro de escuela que había llevado una vida de crápula.

Tú te corregirás y no llevarás esa vida de crápula que has llevado hasta ahora.

Fue por aquella época cuando inauguré mi vida de crápula, tan insalubre para un adolescente.

Vayamos a Reno, a casarnos... Estoy harto de esta vida de crápula... Ponme otra copa, nena.

Los legionarios de Vitelio llevan como él vida de crápula, y por ahora no piensan en la guerra.

Entregándolo a una vida de crápula, se había adueñado de su reino un judío que comenzó de administrador.

Así que si yo le doy tiempo para que corte con esa vida de crápula, tú ¡a callar!

Sabía que Mery no era una santa, pero nunca habría imaginado la vida de crápula que llevaba la viuda.

Uno tiene un trabajo, un horario, unas responsabilidades y demasiados costurones en el alma como para soportar la vida de crápula.

Aunque mi vida de crápula me había hecho perder el control del tiempo, calculé que debían de ser las tres de la madrugada.

Mi primera burla le llegó muy hondo, y temo haber sepultado para siempre un alma en el fango de una vida de crápula.

Tenía el pelo alborotado por la generosidad o la vida de crápula, repartido en greñas que lo aureolaban con una nube de oro negro.