Su voz se situaba en el registro alto, una voz de fumadora.

Su voz de fumadora sonaba como el papel de lija.

Paula Baderman tenía voz de fumadora, pero parecía bastante joven y llena de vida.

Era joven, asiática y delicada como una tela de araña, salvo por su voz de fumadora.

Tara era una mujer de cincuenta y tantos años, de constitución recia, ojos verdes brillantes y voz de fumadora.

Adoraba esa aspereza, y oír la voz de fumadora de su esposa, y acariciar su pelo cenizo, lo apaciguó.

Jigalong tenía una grave voz de fumadora y una presencia general apabullante incluso a través de las líneas de telecomunicación.

Una voz de fumadora.

Una mujer, una chica en realidad, más joven de lo que indicaba su voz de fumadora, se agachó junto a Viola.

Este lugar es cada vez más peligroso -medijo con voz de fumadora, consultando una carpeta del tamaño de una guía telefónica-

Somos la única minoría que nadie defiende, me dijo Jovana riendo e impostando esa voz cálida y gruesa que tiene, esa voz de fumadora.

Me coge la mano y se la lleva a los labios, primero el dorso, después la palma, mientras canturrea con su voz de fumadora:

Con ellos había una mujer de unos cuarenta años cuyas risa estentórea y voz de fumadora destacaban por encima del vocerío de la sala.

-Elinsomnio es una puta mierda -lanzócon voz de fumadora impenitente-.

-Suvoz de fumadora hizo que la pregunta resultase extrañamente sensual.

-Nome asusta -repuso ,perosu voz de fumadora se debilitó.