1
En su reino suena sin trabas la voz del almuecín.
2
Oyó la voz del almuecín y se postró en tierra para rezar una atormentada plegaria.
3
Al irse oyeron la vibrante voz del almuecín que convocaba a los musulmanes para la oración.
4
Desde lo alto del minarete, el clamor de la voz del almuecín convoca de lejos al pueblo a rezar.
5
La voz del almuecín constriñó a los judíos igual que el carillón de la misa solemne a los musulmanes.
6
Los caballos llegaron cuando aún resonaba en los campos la voz del almuecín llamando a las gentes a la felicidad.
7
Desde el cercano alminar de la gran mezquita le llegó poderosa la voz del almuecín llamando a la oración del mediodía.
8
La voz del almuecín convocando a los fieles a la oración traspasó el aire, mientras la noche se transformaba en día.
9
Ya nadie podía decir: "AlIahu akbar" en tierra andaluza donde, durante ocho siglos, la voz del almuecín había convocado a los fieles a la oración.
10
La voz del Almuecín puede oírse a gran distancia en la noche apacible.